«La libertad de información y los datos que circulan por las redes electrónicas no garantizan por sí solos el acceso»
Madrid, 3 de mayo de 2008
«La libertad de expresión es un derecho humano fundamental y como tal figura en el artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, cuyo 60º aniversario conmemoramos este año. En el Día Mundial de la Libertad de Prensa de 2008, la UNESCO rinde tributo al coraje y el profesionalismo de muchos periodistas y profesionales de los medios de comunicación que han perdido la vida o han resultado heridos en el ejercicio de su actividad profesional, dedicando es Día Mundial a los temas de la autonomía y el acceso a la información.
Además de los peligros que les acechan en las zonas de conflicto y en los frentes de guerra, con frecuencia los periodistas han de afrontar las amenazas, la intimidación y la violencia física como consecuencia directa de su labor. Estos hechos son inadmisibles, no sólo porque vulneran los derechos humanos de las personas, sino también porque obstaculizan la libre circulación de información precisa y fiable, que es uno de los pilares de la democracia y el buen gobierno. Con harta frecuencia estos delitos no reciben la sanción adecuada.
La libertad de prensa y el acceso a la información contribuyen al objetivo de desarrollo más amplio de dotar de autonomía a los ciudadanos, proporcionándoles la información que puede ayudarles a alcanzar el dominio de sus propias vidas. Esta autonomía refuerza la democracia participativa, al otorgar a los ciudadanos la capacidad de tomar parte en los debates públicos y exigir cuentas a los gobiernos y otras instancias. Pero esta circulación de la información no ocurre de manera automática, sino que es el resultado del impulso que le imprimen los medios de comunicación libres, plurales, independientes y profesionales, y políticas nacionales basadas en los principios fundamentales que constituyen la médula de la labor de la UNESCO: la libertad de expresión, la educación de calidad para todos, el acceso universal a la información y el respeto a la pluralidad lingüística. De hecho, la libertad de expresarse en la lengua materna con la mayor amplitud y frecuencia posibles y la capacidad de dominar otros idiomas de alcance nacional, regional o internacional son dos aspectos a los que la UNESCO concede especial atención en este Año Internacional de los Idiomas. En ausencia de políticas sólidas que favorezcan la diversidad lingüística en todos los ámbitos de la vida nacional -las escuelas, el gobierno, la judicatura y los medios de comunicación- corremos el riesgo de denegar a cientos de miles de personas el derecho fundamental a participar en la vida y el debate públicos.
Los adelantos tecnológicos -por ejemplo, Internet- permiten que los medios de comunicación lleguen a más personas en un mayor número de lugares, que los ciudadanos puedan intercambiar sus opiniones con más facilidad y que la información circule allende las fronteras. Esto representa una gran ventaja. Pero la libertad de información y los datos que circulan por las redes electrónicas no garantizan por sí solos el acceso. Los usuarios necesitan también la capacidad de conectarse a Internet y a otros recursos tecnológicos con el fin de acceder a esa información, por ejemplo, para conocer las noticias nacionales o extranjeras o para disponer de una amplia gama de opciones en materia de prensa, comprendidas las radios comunitarias. Y lo que es aún más básico, es menester que tengan la capacidad de utilizar dichos instrumentos y eso sólo puede lograrse impartiendo una educación universal de calidad y promoviendo el plurilingüismo.
Al celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa de 2008, debemos recordar tres cuestiones:
Primero, el valor de los periodistas que han corrido riesgos con el fin de transmitir al público una información exacta e independiente.
Segundo, que la libertad de prensa y la libertad de información son principios fundamentales del buen gobierno, el desarrollo y la paz.
Tercero, que las nuevas tecnologías pueden aportar enormes beneficios en materia de información pero han de ir respaldadas por medidas que posibiliten su aprovechamiento: educación de calidad para todos, acceso universal a la información y el conocimiento y respeto a la diversidad lingüística.
Para lograr estos objetivos, es esencial el triple compromiso de eliminar todos los obstáculos que coartan la libertad de prensa, mejorar las condiciones para el ejercicio de un periodismo independiente y profesional, y dar autonomía a los ciudadanos a fin de que participen en el debate público. En este Día Mundial de la Libertad de Prensa de 2008, la UNESCO exhorta a los Estados Miembros a que redoblen sus esfuerzos en este sentido».
Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO.