Caso Couso: El Departamento de Justicia de EE.UU. deniega el interrogatorio de los soldados imputados en su muerte
Madrid, 15 de febrero de 2006.
La Audiencia Nacional ha notificado a la familia de José Couso que los Estados Unidos de América han denegado la petición de la Justicia española de interrogar a los presuntos asesinos de José Couso: el sargento Thomas Gibson; el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip de Camp, de la Tercera División de Infantería Acorazada del ejército estadounidense.
El Departamento de Justicia estadounidense responde así a la Comisión Rogatoria enviada el pasado mes de junio por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, en la que pedía tomar declaración a los tres soldados en suelo estadounidense.
En su respuesta, las autoridades judiciales rechazan la jurisdicción española e insisten en una de las versiones dadas por el ejército estadounidense para justificar el asesinato de José Couso y eludir saldar cuentas con la justicia: que fue en respuesta al fuego enemigo, tal y como determinó unilateralmente en un informe el Estado Mayor del ejército estadounidense -US Central Command- que dirigía la invasión de Irak.
La contestación de la justicia estadounidense supone un incumplimiento claro del Tratado de Asistencia Judicial en Materia Penal y por tanto justifica la decisión de Pedraz de emitir una orden de busca y captura internacional contra Gibson, Wolford y de Camp, para su extradición a España, adoptada a mediados del pasado mes de octubre después de que el magistrado constatara la nula cooperación de las autoridades estadounidenses para esclarecer la muerte de Couso.
El interrogatorio de los tres militares estadounidenses era una de las diligencias cuya práctica había solicitado la familia en la querella presentada ante la Audiencia Nacional a finales de mayo de 2003.
El cámara de televisión José Couso falleció el 8 de abril de 2003 después de que un tanque estadounidense disparara contra el Hotel Palestina, donde se alojaba la prensa internacional en Bagdad durante la guerra de invasión emprendida por los Estados Unidos de América en Irak. En el ataque también murió el cámara Taras Protsyuk.